La crisis sanitaria provocada por la incidencia del Covid-19 en nuestra sociedad ha paralizado drásticamente la actividad económica de muchos sectores relevantes del panorama nacional y mundial, como el HORECA, retail, automoción o el del turismo y eventos, y ralentizado la marcha de otros muchos, como el educativo o el sobresaturado sistema sanitario, que ha visto cómo sus UCIs se desbordaban por los numerosos pacientes afectados de coronavirus.
La crisis sanitaria provocada por la incidencia del Covid-19 en nuestra sociedad ha paralizado drásticamente la actividad económica de muchos sectores relevantes del panorama nacional y mundial, como el HORECA, retail, automoción o el del turismo y eventos, y ralentizado la marcha de otros muchos, como el educativo o el sobresaturado sistema sanitario, que ha visto cómo sus UCIs se desbordaban por los numerosos pacientes afectados de coronavirus.
Las medidas preventivas esgrimidas por las distintas administraciones -como las derivadas del estado de alarma declarado entre marzo y junio de 2020 y prorrogado, inicialmente, hasta el 9 de mayo del presente año- han permitido aliviar la situación en los momentos de mayor dureza, logrando estabilizar la crisis de salud que, no obstante, ha experimentado sucesivas olas de retroceso y remontadas. Junto a las medidas de confinamiento, el toque de queda y la limitación de aforos, la distancia mínima de seguridad o del máximo de individuos permitidos por grupo, otras disposiciones han contribuido a la reducción de contagios y, por lo tanto, a evitar la expansión del virus.
En esa lucha contra reloj frente a la pandemia, las medidas de higiene y desinfección también han demostrado ser un elemento determinante para frenar la propagación. Así, junto con el uso de mascarillas e hidroalcoholes, la limpieza en profundidad de los espacios de uso compartido son requisitos esenciales en el día a día marcado por el virus. Pero, en una situación tan grave como la que estamos viviendo, no vale cualquier tipo de limpieza; los protocolos de limpieza y desinfección deben ser afrontados por equipos altamente profesionalizados, capacitados en prácticas especializadas y que cuenten con maquinaria y productos que cumplan con los requisitos de homologación marcados por las administraciones.
Cómo lograr superficies libres de virus
Según reconoce la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), los aerosoles juegan un papel determinante en la transmisión de virus como el COVID-19. Se trata de micropartículas sólidas o líquidas suspendidas en un gas, como puede ser el aire, y que se mantienen activas por un espacio variable de tiempo hasta que logran acceder a un ser vivo por medio de la respiración o el habla. Pero esas partículas flotantes acaban también por depositarse sobre las superficies circundantes, de manera que estas quedan expuestas al virus convirtiéndose a su vez en canales de transmisión.
Por lo tanto, ya sea en la atmósfera o en los materiales físicos existentes en una estancia cerrada, la presencia del virus se convierte en un peligro potencial al que podemos quedar expuestos los seres humanos durante un periodo indefinido de tiempo.
Para asegurar la correcta desinfección de los espacios físicos de interacción humana, existen diversos mecanismos y productos que ayudan a prevenir la presencia o a la eliminación de todo rastro de microorganismos patógenos. En el caso de los métodos mecánicos, como puede ser el uso de medidores de CO2, que marcan los niveles óptimos de ventilación de un espacio cerrado; o a través de aparatos de luz ultravioleta germicida, instalados en los conductos de ventilación; o la colocación a la entrada de un recinto de arcos y túneles desinfectantes, la eficacia es relativa –como así lo señala la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, SESA-. Para lograr una esterilización de las superficies de manera eficaz es necesario aplicar productos químicos homologados, mediante el uso de nebulizadores y micronebulización o aerosoles comprimidos. Estos sistemas utilizan desinfectantes químicos que pulverizan sobre el ambiente micropartículas cargadas con sustancias biocidas con acción viricida que, en España, están autorizadas por el Ministerio de Sanidad y que deben ser aplicados de manera profesional por personal convenientemente equipado.
Desinfección electrostática
Entre estos sistemas, la pulverización electrostática se convierte en uno de los procesos más efectivos y con mayor número de ventajas para asegurar la reducción radical de cargas virales en superficies. El reciente acuerdo alcanzado entre Grupo ANTÓN y la empresa salmantina Desinfecciones Electrostáticas nos permite posicionarnos de manera ventajosa como proveedores líderes de servicios de desinfección que, unido a nuestra experiencia, avalada por una trayectoria de más de 50 años en servicios de limpieza, desinfección y esterilización, así como nuestros certificados de calidad (ISO 9001), gestión ambiental (ISO 14001) y seguridad y salud en el trabajo (OHSAS 18001), nos capacitan para ofrecer servicios de altos resultados con las máximas garantías.
La desinfección a través de la pulverización electrostática consiste en la adición de una carga eléctrica a gotitas de líquido que se pulverizan en el ambiente; de esta manera, la solución envuelve la superficie conductora, conformando una película homogénea que aprovecha el 100% del producto desinfectante utilizado, con ahorros de hasta un 65%.
Junto con la mochila y el pulverizador manual, los productos utilizados deben cumplir las exigencias marcadas en la norma UNE-EN 14476 para virucidas autorizados en España, como el peróxido de hidrógeno y el de plata. En Grupo ANTÓN contamos con autorización como empresa de Servicios Biocidas con registro oficial en Castilla y León.
De esta forma, proveemos del servicio de manera integral, proporcionando tanto los equipos y productos para el uso individual o brindando nuestro equipo de profesionales para un servicio de desinfección puntual o de mantenimiento periódico en las instalaciones de nuestros clientes.
Nuestros servicios incluyen:
- Asesoramiento en protocolos de actuación.
- Distribución de equipamiento y productos biocidas.
- Distribución a profesionales.
- Trabajos de desinfección certificados, puntuales o de mantenimiento.